Nos encontramos esta semana ante la Parasha en la que se establece el fundamento del germen del pueblo Judío. Abraham (quien en ese momento se llamaba Avram), acompañado de Sara (llamada entonces Saray) sale de su tierra y comienza un viaje de emancipación, transición y maduración.
Durante su recorrido Abraham y Sara, juntos, superaron situaciones y obstáculos varios. La Torá nos relata que hubo una hambruna en la tierra (Bereshit 12, 10) y que Abraham descendió a mitzraim. Entonces, antes de su llegada, Abraham le pide a Sara que diga que ella es su hermana y no su esposa, para preservar su propia vida e integridad (Bereshit 12, 11-13); al respecto de esta petición Sforno nos explica que: “cuando se aproximaba: cuando el momento de necesidad se acercaba para que no lo olvides. Llegar a mitzraim: que es lugar de encuentro para la corrupción tal y como está escrito: cuya carne es como… -Yejezkel 23, 20-. Y me matarán: pues no esperarán que acepte entregarte a ellos” (Perush de Sforno, Parashat Lej Leja, Bereshit 12, 11-12).
»כאשר הקריב. קרוב לעת הצורך פן תשכח: לבא מצרימה. בית הועד לזונות שנאמר עליהם אשר בשר וכו’ – יחזקאל כג, כ-. והרגו אותי. שלא יקוו שאסכים לתתך להם:» (פרוש ספורנו, פרשת לך לך, בראשית י»ב, י»א-י»ב).
Abraham trata de anticiparse a una posible consecuencia de su llegada a mitzraim y nos recuerda Najmánides que: “has de saber que Abraham nuestro padre cometió una gran transgresión por la equivocación a la que condujo a su mujer. La justificación del obstáculo -que interpuso ante ella- fue el miedo a que lo asesinen. Y debería haber confiado en que HaShem lo salvaría a él y a su mujer ….” (Persuh Ramban, Parashat Lej Leja, Bereshit 12, 10).
ודע כי אברהם אבינו, חטא חטא גדול בשגגה שהביא אשתו הצדקת במכשול עוון מפני פחדו פן יהרגוהו והיה לו לבטוח בשם שיציל אותו ואת אשתו… (פרוש רמב»ן, פרשת לך לך, בראשית י»ב, י»).
Abraham cometió una gran transgresión, un error de enormes dimensiones, que además tuvo consecuencias para otras personas, especialmente Sara. Por supuesto que esta no sería la última vez en la que Abraham cometería una falta y a pesar de ello fue favorecido e introducido en el Pacto/Brit del que somos sus herederos (Bereshit 17, 10).
Otros personajes de la Tora y el Tanaj cometieron errores, pero tal y como sucede en el caso de Abraham, sus zjuyot –logros- superan a sus transgresiones y errores y de esa forma los recordamos. Así mismo sucede con grandes personalidades de nuestro pueblo, como el Rab Ovadia Yosef, Ztz´´L, y sobre todos estos “justos” nos enseñan nuestros sabios que: “la muerte de los tzadikim es tan dura para El Santo Bendito Sea como la ruptura de las tablas” (Talmud Yerusalmi, Yoma 1, página 2 cara 1).
«קשה מיתתן של צדיקים לפני הקב״ה כשבירת הלוחות»- תלמוד ירושלמי מסכת יומא פרק א דף ב’, א’-
Muchas cosas positivas podemos aprender del Posek de nuestra generación, entre ellas me gustaría quedarme con una en concreto en esta ocasión. En una responsa sobre la nueva ley contra la evasión de impuestos él reconoció que: “En el estado de Israel el régimen es democrático y laico y no religioso. También está por lo tanto incluido dentro del principio “Dina DeMaljuta Dina” y por lo tanto es una obligación religiosa guardar las leyes del estado”. En su responsa traía también la responsa de otro importante Rabino de este tiempo, quien aseguraba que las leyes dictadas por un gobierno laico no obligaban a las personas religiosas y no se encontraban dentro del principio “Dina DeMaljuta Dina”.
»מדינת ישראל בה נוהג משטר דמוקרטי חילוני ולא מלכוני-דתי, גם היא נכללת בכלל דינא דמלכותא דינא, כלומר שיש חובה דתית להישמע לחוקי המדינה» (בתשובה בנוגע להתחמקות מתשלומי מס – הרב עובדיה יוסף זצ»ל)
El legado del Rab Ovadia, posek de nuestra era, se encuentra plasmado en un gran número de libros y publicaciones. Es posible que con algunas de ellas no nos encontremos de acuerdo o no nos identifiquemos, sin embargo no podemos desechar todas sus enseñanzas por ello ya que hay mucho bueno.
Aprendemos por tanto que los errores y los aciertos de las personas son valiosas lecciones que hemos de atesorar, así lo vemos en esta parasha en la que, como decíamos al principio, se establecen las bases para el establecimiento y desarrollo de nuestro pueblo a partir de Abraham.